¡Qué alegría más así!
Esta fue la expresión de una compañera cuando el trabajo estaba terminado, subíamos por la ladera del volcán, y contemplamos la flor desde arriba. Hasta ahora no habíamos visto ninguna flor con esa perspectiva, y cuando Estela exclamó: ¡Qué alegría más así! de inmediato nos paramos a sentir esa alegría que viene del corazón, que no tiene ninguna razón especial de ser, sin embargo se manifiesta en toda su amplitud. Fue una tarde preciosa.
Aquí les dejo algunas imágenes.
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